La Federación de básquet está acéfala y sin respuestas institucionales, ni deportivas. Y aunque eso no sea una noticia, lo que llama poderosamente la atención es la completa desidia que rodea a la compleja situación.
-.-.-.-Comisión normalizadora, una figura que nunca justificó su creación-.-.-.-.-.-.-
Veamos, en 15 días más, vencerá el plazo para que esta institución que lleva más de tres años de irregularidad, cumpla con una serie de requisitos para que el básquet de nuestra provincia no quede una vez más al descubierto con sus falencias de conducción. Es que ese día (13 de marzo), cerrará el periodo de inscripciones para los dos equipos que deberían representarnos en el Campeonato Argentino de Clubes, Categoría C. El cuál comenzará a disputarse el 17 de abril. Antes, la irregular entidad debería: por un lado, impulsar el torneo clasificatorio para proclamar a sus representativos y, por otro, convocar a asamblea para normalizar el funcionamiento de la actividad local, que viene de un patético 2008 y por lo observado hasta ahora, no hay demasiado interés por cambiar esa imagen, ya que la actividad sigue parada en todas las categorías.
Cada club ya inicio sus actividades, pero la falta de competencia y actividades de integración entre los protagonistas, resta entusiasmo a los niños, que concurren cada vez menos a los clubes, por su falta de estímulos. Es por eso, que la compleja situación, necesita la aparición de una cabeza conductora que indique el camino a seguir, función que nunca cumplió la Comisión Normalizadora que preside Raúl Bollada, la cual ni siquiera puede reunirse desde diciembre pasado. Mucho menos se puede solicitar que esta figura obsoleta cumpla un rol funcional en la anestesiada actividad.
Respecto de la Liga C, hay una situación muy particular: es sabido que Olimpia es el máximo referente desde lo deportivo, pero a su vez, esta entidad al igual que la federación, no posee aval institucional. Es por eso, que habrá que pensar en alternativas, ya que si el “Borravino” logra la representación, la imposibilidad de recibir apoyo estatal le impedirá su participación. En tal sentido, habrá que buscar una alternativa.
Y en caso de un nuevo faltazo de nuestra provincia en el primer escalón del ascenso argentino, sería una nueva muestra de la incapacidad de todas las esferas dirigenciales, porque todo lo logrado hasta aquí (ser sede del Argentino Preinfantiles y del próximo certamen Argentino de Juveniles) es sólo por merito económico (lo hará el Estado), y no por un éxito deportivo o dirigencial, sino que se pagará para tapar esas carencias. Como ya se lo hizo en oportunidades anteriores, se buscan excusas grandilocuentes (la plaza de TNA por citar un ejemplo), para evitar trabajar y sacar adelante nuestro pequeñito básquet (una irrisoria federación provincial de seis clubes). Que más que dinero, necesita una planificación de trabajo responsable y una política de integración provincial verdadera.
Veamos, en 15 días más, vencerá el plazo para que esta institución que lleva más de tres años de irregularidad, cumpla con una serie de requisitos para que el básquet de nuestra provincia no quede una vez más al descubierto con sus falencias de conducción. Es que ese día (13 de marzo), cerrará el periodo de inscripciones para los dos equipos que deberían representarnos en el Campeonato Argentino de Clubes, Categoría C. El cuál comenzará a disputarse el 17 de abril. Antes, la irregular entidad debería: por un lado, impulsar el torneo clasificatorio para proclamar a sus representativos y, por otro, convocar a asamblea para normalizar el funcionamiento de la actividad local, que viene de un patético 2008 y por lo observado hasta ahora, no hay demasiado interés por cambiar esa imagen, ya que la actividad sigue parada en todas las categorías.
Cada club ya inicio sus actividades, pero la falta de competencia y actividades de integración entre los protagonistas, resta entusiasmo a los niños, que concurren cada vez menos a los clubes, por su falta de estímulos. Es por eso, que la compleja situación, necesita la aparición de una cabeza conductora que indique el camino a seguir, función que nunca cumplió la Comisión Normalizadora que preside Raúl Bollada, la cual ni siquiera puede reunirse desde diciembre pasado. Mucho menos se puede solicitar que esta figura obsoleta cumpla un rol funcional en la anestesiada actividad.
Respecto de la Liga C, hay una situación muy particular: es sabido que Olimpia es el máximo referente desde lo deportivo, pero a su vez, esta entidad al igual que la federación, no posee aval institucional. Es por eso, que habrá que pensar en alternativas, ya que si el “Borravino” logra la representación, la imposibilidad de recibir apoyo estatal le impedirá su participación. En tal sentido, habrá que buscar una alternativa.
Y en caso de un nuevo faltazo de nuestra provincia en el primer escalón del ascenso argentino, sería una nueva muestra de la incapacidad de todas las esferas dirigenciales, porque todo lo logrado hasta aquí (ser sede del Argentino Preinfantiles y del próximo certamen Argentino de Juveniles) es sólo por merito económico (lo hará el Estado), y no por un éxito deportivo o dirigencial, sino que se pagará para tapar esas carencias. Como ya se lo hizo en oportunidades anteriores, se buscan excusas grandilocuentes (la plaza de TNA por citar un ejemplo), para evitar trabajar y sacar adelante nuestro pequeñito básquet (una irrisoria federación provincial de seis clubes). Que más que dinero, necesita una planificación de trabajo responsable y una política de integración provincial verdadera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario