Olimpia arrancó con un domino notorio de las acciones, el tamden entre Jure y Juárez dieron vértigo a la mitad de la cancha y lo complementaron con eficacia ofensiva. En defensa, Mirolo y Gilbert conformaron un bloque difícil de perforar por Guemes que parecía desorientado.
El segundo periodo presentó otra tónica, con el ingreso de Vera, la visita encontró la conducción que esperaba, a su juego se acoplaron Arias (13 puntos, dos triples), Magacquian y Vega (1 triple), más el propio Vera con dos lanzamientos de 3,75 para cerrar el medio tiempo 34-36 a su favor.
A la vuelta de los camarines, Olimpia salió decidido a recuperar el mando y lo consiguió con una ráfaga de Juárez, con 7 puntos en un abrir y cerrar de ojos, que desorientaron a Guemes, que llevado por el nerviosismo reclamó dos pitazos polémicos de los árbitros, sufriendo dos técnicos (al DT Fornia y a Salvadeo) lo que ayudó al local recuperar el scorer (63-55) con un parcial de (29-19).
La distancia en el marcador favoreció a Olimpia en tanto pueda conservar en cancha esas dos parejas: Jure-Juárez y Mirolo-Gilbert. En la rotación se notaron las falencias, ya que se perdía en eficacia ofensiva, pero más que nada en defensa. Guémes es un conjunto desvergonzado, sin ataduras tácticas y todos piensan en lanzar, y al encontrarse con una defensa espaciosa, no tardaron en lastimar.
Tan es así, que a 4m del final Vera lanzó la bola del empate (68-68), tal vez en el peor momento de Olimpia, desde entonces el juego fue de tome y traiga, con muchos nervios en ambos. Para no perder las chances, fue vital el accionar de Sosa, con actitud pudo despertar al equipo.
En el suspiro final, Magacquian acerca a a Guemes desde la línea (76-77), con 23s por jugar, teniendo en cuenta la efectividad del rival, Olimpia vivía zozobra; Juárez contesta y saca la falta, en la sesión convierte 1 de 2 y logrando así el resultado final (78-76), que vale, pero más la lección del trabajo defensivo que debe realizar Olimpia para mejorar.
